Introducción al Tema Semblanzas de Investigadores Carlos Chagas | Alfonso Anselmi | Félix Pifano | José Francisco Torrealba | Alberto Maekelt | Hugo Carrasco | Enrique Tejera | Juan José Puigbó |
Juan José Puigbó El 1º de abril de 1925, Arturo Puigbó Rousoo y Altagracia García de Puigbó vieron nacer al único de sus cinco hijos que se encargaría, años más tarde, de engrosar la lista de parientes dedicados a los estudios en Medicina. Juan José Puigbó, el niño que volaba papagayos, jugaba trompos, practicaba la natación, iba al Colegio
Continuó su formación en la disciplina de Medicina Interna en el Hospital Vargas, y pronto consigue una beca para estudiar en el Instituto Nacional de Cardiología de México, junto al Dr. Ignacio Chávez. Prosigue estudios especiales en cateterismo cardiaco y en fisiología respiratoria, y se dirige a Estados Unidos donde estuvo al servicio del Dr. John West, discípulo del Premio Nobel de Medicina Andre Cournand. Continúa sus estudios de enfermedades congénitas en el Hospital Karolinka, de Suecia, y posteriormente regresa a Venezuela. Puigbó y el Mal de Chagas De vuelta a su tierra natal en 1952, Puigbó comienza a realizar cateterismos cardiacos en el Hospital Vargas, y allí empieza a tener los primeros acercamientos con la patología del Mal de Chagas, que ya conocía desde los estudios de pregrado por la influencia del Dr. Félix Pifano. Puigbó inicia sus investigaciones en Mal de Chagas en una época en la que el país vivía la controversia sobre la existencia de la enfermedad, por la disparidad de criterios entre los reconocidos e influyentes patólogos alemanes, y los trabajos fundamentales de los doctores Tejera, Torrealba y Pifano. Tras asumir el cargo de asesor de Se escogió la población carabobeña de Belén para dar inicio al estudio epidemiológico, que estaba diseñado para establecer la frecuencia de aparición de la miocardiopatía chagásica crónica y su evolución durante 10 años. Los hallazgos de esta experiencia demostraron que casi la mitad de la población estaba infectada con Mal de Chagas y sólo el 15% llegaba a desarrollar la enfermedad. Pionero de otros estudios
Los hallazgos de esta experiencia demostraron que casi la mitad de la población estaba infectada con Mal de Chagas y sólo el 15% llegaba a desarrollar la enfermedad. Prosiguió estudios de cateterismo cardiaco diagnóstico y llegó a concluir que aún en la etapa inicial de la enfermedad se encontraban alteraciones motoras en las paredes del corazón de las personas afectadas. A dichos pacientes se les diagnosticó hipocinecia, en especial en el ventrículo izquierdo. Con esos estudios Puigbó puso de manifiesto el padecimiento de las lesiones y sus informes sobre el funcionamiento del sistema autonómico coincidieron con los de algunos investigadores brasileños y colombianos. Reconocimientos Muchas son las satisfacciones que se cuentan en los días de Puigbó, entre los que refiere los premios recibidos por sus libros de investigación en cateterismo cardiaco y su última publicación: Historia de la Medicina. |